El Plaza Condesa fue testigo en estos días de la herencia multicultural que alberga la Ciudad de México, a unas cuadras de la primera Sinagoga que conocí, acudí a un recital ecléctico, en la colonia Hipódromo Condesa, que por años albergo a la comunidad judía. Al escuchar los acordes tan particulares de la música Klezmer, me remonte a textos que relatan el arribo a tierras aztecas en 1924 de 10,000 judíos askenazí, que llegaban de Polonia, la Unión Soviética, Alemania, Italia, la República Checa y Eslovaquia, la diáspora en su eterno viaje errante llegaba ahora a ciudad de México.
Así, los herederos de los klezmorim, con una visión distinta del mundo, ofrecieron un recital que me hizo remembrar el rescate que los músicos de jazz realizaron en los años cincuentas de la música Klezmer que por la guerra de exterminio nazi casi era erradicada.
Benjamín Shwartz y el Dr Bolanvsky en escena materializaron, de cierta forma, una carga cultural milenaria que refleja en cada interpretación una herencia milenaria.
El jazz latino, el rock, los sonidos de la música del norte y del sur de México se encontraban ahí en un mismo espacio trascendiendo en la historia sepultando la absurda xenofobia. Klezmrson, la banda mexicana, estaba tocando.
Con la flauta entre sus manos, la coyoacanense María Emilia Martínez, nos delito con su voz a través de un pequeño megáfono que transformó su genial voz en un canto onírico de la niña blanca.
Dr Bolansky |
Los sonidos hipnóticos de Chatran González transportan al oriente medio en donde la mujer de partido de oposición israelí Tzipi Livni se reunió estos días con el presidente de la autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
Noche de transición y multiculturalidad entre noviembre y diciembre de 2012. Noche de música ecléctica.
ANEXO NEXT
Le dejo a usted esta imagen que encontré esta semana, me parece cautivante, tanto por la tecnica para pintarla, como por la expresión que refleja, see ya next post
No hay comentarios.:
Publicar un comentario