Inter
arma silent leges
“Hasta ahora, la
nuestra ha sido una globalización totalmente negativa: descontrolada y no
complementada ni compensada por una fuerza homónima de signo positivo, que hoy
por hoy, sigue siendo una posibilidad que se antoja bastante distante, y según algunos
pronósticos, puede ser ya del todo vana”
Zygmunt Bauman
Es de noche,
escribo en una tablet y observo el oscuro horizonte en dos vertientes. La
primera literalmente la oscuridad que a la distancia me recuerda el reflejo -de
noche- de las luces en el lento oleaje del mar en los puertos que he visitado.
La segunda vertiente, el oscuro horizonte que perfilan estudios sociológicos
(tesis sociológicas) sobre nuestra sociedad occidental.
La híper-posmodernidad
de Lipovestky que nos define, el homovidens de Sartori que se traslada a
nuestros dispositivos electrónico informáticos móviles que nos encadenan en
nuestra cotidianeidad de la imagen (por ahora) digital.
Largas horas de disertación
académica sobre los sistemas políticos y legislativos alrededor del mundo [indudablemente]
me han llevado a replantear el paradigma occidental que estamos viviendo.
No lo sé -de
cierto- si la democracia entendida como lo marca nuestra Constitución (liberal)
funcione colectivamente en un país tan desigual y multicultural. No es este un
axioma que perfile de botepronto, los datos duros están ahí, arrojados por
estudios serios de instituciones académicas y organizaciones no gubernamentales
que no reciben financiamiento alguno de gobiernos.
Si acaso eso es
una garantía, en una postura acrítica o hipercrítica podría decirse que es lo
más cercano a la “realidad” circundante de las regiones que integran la nación nuestra.
Tenemos así
entonces que desde una postura de crítica total a las políticas públicas
establecidas por los gobiernos (en los tres niveles) un replanteamiento
estructural del paradigma social.
Si partimos de
una postura completamente anti sistémica en los aspectos económicos, sociales,
culturales ¿Cuál sería entonces la solución a la contradicción que genera el
sistema de organización social de nuestras sociedades latinoamericanas?
Existen trabajos
de análisis muy interesantes sobre las estrategias contemporáneas de reproducción
del sistema capitalista en el contexto de globalización económica. No obstante,
carecen de una variable fundamental, el trabajo mediático propagandístico para
la reproducción de una visión del mundo.
Esta veta de análisis
me parece esta sobre ideologizada, o peor aún observamos que los gobiernos que
se oponen al sistema económico hegemónico utilizan estas estrategias para contrarrestar
la propaganda o publicidad mercadológica que tanto critican.
Entramos
entonces en una paradoja. El desarrollo de la mercadotecnia y su aplicación para
la distribución de productos culturales (música, cine, series de tv, comics et
al) cuyos guiones y scripts son desarrollados por mentes maestras de la reproducción
ideológica.
No estoy
planteando una idea novedosa, ya existen estudios al respecto, únicamente deseo
exponer una vertiente analítica que pueda contrarrestar esta avalancha de
mensajes e ideas que plantean que la realidad circundante no se puede
transformar.
Concluyo este
post con una pregunta abierta ¿Romper la estabilidad del sistema capitalista
plantea necesariamente un riesgo de regresión social que pondría en peligro la
defensa de las libertades y las garantías de los derechos conquistados a lo
largo de la historia de la humanidad?
Este es quizá el
mayor temor a un cambio de paradigma económico, político y social.
ANEXO NEXT>>
Algunas veces entrar a mundos imposibles ayuda a disertar sobre mundos posibles, sonidos ambient, beats y un teclado etereo
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